Como empresa de mudanzas en Vizcaya sabemos que una de las principales preocupaciones de nuestros clientes es el presupuesto al que tendrán que hacer frente. Por eso queremos repasar unas cuantas cuestiones que van a influir en el montante de la factura.
Por supuesto, contratar también un servicio de embalaje incrementará la factura. Cuando organizamos una mudanza hay muchos enseres delicados que es mejor dejar en manos de profesionales a la hora de empaquetar si queremos asegurarnos de que llegan sanos y salvos al destino. Lo normal es fijar las tarifas en función de los metros cúbicos que ocupen los muebles y demás pertenencias a trasladar.
No obstante, en Antolaketa somos conscientes de que, aunque en un principio se estime una cantidad determinada de cosas que incluir en la mudanza, según se van embalando, esta puede aumentar. Como comentábamos en otros posts, es recomendable aprovechar las mudanzas para desechar aquello que en realidad ya no usamos o si siquiera es ya útil.
Al establecer el presupuesto de una mudanza también hay que fijarse en la época del año en la que se contrata el servicio. La demanda suele aumentar durante los meses de verano y en los periodos vacacionales ya que las personas disponen de más tiempo libre para enfrentar una mudanza.
También hay que atender al tema de la accesibilidad de la vivienda. Si el acceso es por una calle con accesos restringidos o si el edificio no tiene ascensor, el precio puede incrementarse. También cabe la posibilidad de usar un container para la mudanza y compartirlo con otros clientes para abaratar los costes. A la hora de contratar un servicio de mudanza, también hay que tener en cuenta la distancia. Como te puedes imaginar, no será lo mismo un servicio local o nacional que uno insular o internacional.
Terminamos con algunas pinceladas sobre la legislación sobre mudanzas que rige actualmente en España. El texto hoy en vigor es la Orden de 16 de septiembre de 1982. Regula la homologación de empresas de transporte por carretera de mudanzas. También desempeña un papel importante la Ley 16/1987, de 30 de julio de Ordenación de Transportes Terrestres. La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios también hay que tenerla en cuenta. Regula, por poner un ejemplo, las indemnizaciones que pueden solicitar los clientes en caso de que se les haya prestado un servicio que no se corresponda con lo contratado y lo que estuviese en el presupuesto. El cliente ha de atender a lo que consta en esta normativa para presentar quejas ante los organismos competentes. Si un conflicto es imposible de resolver de forma directa con la empresa, existe la posibilidad de recurrir a las juntas de arbitraje de consumo y a la Junta Arbitral de Transporte Terrestre.
2 respuestas
Me ha resultado interesante el artículo, uno nunca conoce la realidad de una mudanza hasta que tiene que hacerla y estás publicaciones me parecen interesantes.
Gracias, Carlos. Nos alegramos de que nuestras publicaciones te sean de utilidad. Un saludo.